Tras un tiempo de incertidumbres y poca incentivación para los jugadores, los planteles de primera y tercera división cuentan con el apoyo de un grupo organizado que trabajan a diario para que Cipolletti vuelva a ser protagonista en el torneo de la Liga Deportiva Confluencia, y promueva muchos jugadores al plantel profesional.
Era necesario un cambio y al fin llegó. Con la contratación de Rogger Morales como técnico del plantel albinegro que disputa el Torneo Argentino A, la continuidad de Henry Homann en las dos categorías que le siguen, y la participación de los hermanos Mac Kenzie, entre otros ayudantes, se armó un grupo de trabajo en el que se integra a dichas categorías, buscando mayor incentivación para los más jóvenes que sueñan con llegar a primera. Un sueño que no es tan lejano como lo era años anteriores ya que Rogger demostró que incluye a jugadores de inferiores en su equipo, y les brinda la confianza para que tengan su oportunidad. Casos como los de Alexis Esparza, Emanuel Díaz, Octavio Gimenez, Valentín Perales, y también Gabriel Chironi, que venía participando y se afianza cada día más, siendo ya un jugador profesional.
El grupo de gente que trabaja en estas divisiones, fue el responsable de conseguir el presupuesto para abonar sueldos al cuerpo técnico, cubrir las necesidades que surjan a lo largo del torneo, y los viajes a las localidades donde se disputen los encuentros.
Es muy importante también, que a partir de la colocación del césped sintético, todas las divisiones puedan entrenar en La Visera de Cemento y también jugar ahí los fines de semanas, ya que aporta mucho en cuanto a la motivación de los jugadores, y le brinda la oportunidad a los familiares, amigos e hinchas de acercarse a apoyar al futuro albinegro con mas facilidad.