Planteles

jueves, 1 de diciembre de 2011

Rezo por vos

La Visera estaba sola, desierta, en silencio, mientras a 20 km. Cipolletti perdía una vez más en Allen. Desde las 19:15 hs. empezó a recibir hinchas nostálgicos que sólo fueron a mirarla. Haciendo fuerza con la vista para que se ponga bien para el domingo como si se tratase de un buen amigo en terapia intensiva, o más gráficamente como si se tratase de su propia casa.

La Visera se está poniendo el traje para la ceremonia. Presenta césped artificial de gran calidad. Dimensiones de campo de juego reglamentarias de AFA por primera vez desde que mejoraron el reglamento. Arcos nuevos. Alambrados nuevos y recién pintados. Tal vez le falten detalles y no esté el 100% para el domingo, pero sí a punto para estrenarse.

Todos colaboraron. Los hinchas que quisieron ayudar y no pudieron por cuestiones de seguridad. Los que hicieron dos banderazos en la puerta del club. Los dirigentes que soportaron manifestaciones de hostilidad en cada mal trago de mudar la localía a Allen. Los mismos dirigentes que pusieron manos a la obra y desenrrollaron el nuevo césped. Los hinchas que fueron a ver la cancha como si fuesen dirigentes. Los dirigentes que son hinchas y pusieron de su parte lo que el club no podía para poder estrenar La Nueva Visera cuanto antes. Y los hinchas que están juntando moneda a moneda para que el estreno sea una fiesta.


El domingo a la tarde llegaron los últimos rollos. Si Cipo no puede entrenar en su cancha el jueves, lo hará en la de Roca que ya tiene el césped artificial. (Foto gentileza Víctor Urrutia)

En febrero de 1956 La Visera se estrenó en un triangular entre Cipolletti, Newell's de Rosario y Unión Alem Progresista de Allen. En 1973 mucha gente trabajó incansablamente hasta la madrugada para que Cipo pueda inaugurarla en primera división ante San Martín de Mendoza. El domingo será Rivadavia de Lincoln el convidado, y la victoria de local la invitada especial que el anfitrión espera ansioso.

Esta reinauguración le toca a un Cipolletti mendigo en el Torneo Argentino A. Esta cancha ya no vive del pasado. En ese césped ya no jugaron Bochini, Alonso y Beckenbauer; ni los que nos importan a nosotros: Bambi Flores, Ruso Strack, y Ruso Homann. En ese arco no nos dio el ascenso Perales al Nacional, ni en ese otro Maradona metió su primer gol con la celeste y blanca. Esta cancha mira ansiosa hacia un futuro promisorio que repita las épocas gloriosas del pasado.