Planteles

jueves, 5 de abril de 2012

Anécdotas de un partido de fútbol cualquiera… y los árbitros

Me presento. Mi nombre es José Antonio Portuguéz, soy Médico Especialista en Medicina Deportiva y Medico Especialista en Medicina General. Colaboro con las inferiores del Club Cipolletti y con los planteles superiores de reserva y primera local.

Motiva el presente, una situación que parece aislada y que me toco a mí en particular, pero que en realidad supongo que esto ocurre muy a menudo en la liga local.

El tema central son los árbitros y su arbitrariedad (valga la redundancia), su protagonismo que realmente es preocupante, y su cierta irresponsabilidad en el manejo de un partido de fútbol y sus decisiones durante el mismo que muchas veces ha perjudicado a más de un equipo y hasta también ha modificado el camino probable de un partido de fútbol…

No pongo en tela de juicio su honestidad en las decisiones arbitrales durante un evento de futbol, sino el manejo, su irresponsabilidad, su soberbia y el trato a todos los jugadores, cuerpo técnico , y a veces hasta con la gente…

Se pueden equivocar como todos podemos hacerlo en la vida y en nuestras actividades diarias… Pero el reconocer el error, eso hace grande a cualquier persona y si lo cambia a tiempo no solo es grande sino que evita un mal mayor.

La impresión es que se manejan la mayoría, con total impunidad, arengando a los jugadores, gritándoles a los mismos no solo a los más grandes sino que también a los chicos de categorías menores, insultándolos, y a veces hasta burlándose de ellos.

En mi situación particular, me ha tocado más de una situación nada agradable y también tengo sangre caliente como todos.

Pero durante este fin último de semana, en el partido de primera en la Visera de Cemento entre Cipolletti y Chichinales, ocurrió una situación en el primer tiempo que generó una jugada común desafortunadamente, pero común al fin de cuentas, en la cual un jugador (en este caso el 5 de Chichinales) va a una pelota dividida con la plancha en alto y a veces ya tiene un destino previo en la mente, que puede ser la pelota o como en este caso la pierna del jugador numero 8 de Cipolletti.

Pero para que esta jugada ocurriera en el primer tiempo a los 30 minutos creo aproximadamente, eso es llamativo, y uno piensa después de tantos años de ver fútbol y compartir vestuario, banco, etc. piensa que en tan poquito tiempo para que un jugador fuera así de esa manera, lo más probable es que:

• Su equipo estaba siendo superado por el rival de forma tempranera y genera impotencia
• El jugador ya es muy temperamental de por si.
• El árbitro no estaba haciendo las cosas tan bien, que genera mucha Adrenalina no solo en el campo de juego donde más importa, sino también en el banco de ambos equipos y hasta en el público.

En este caso, a mi parecer se dio por el punto 3. Y en una repetición de varias jugadas de iguales características, la impotencia del 5 de Chichinales lo llevo a tomar tal decisión en esa jugada que termino generando toda una situación de descontrol. Con la participación de varios jugadores de ambos equipos. Pero he aquí, que el señor árbitro alcanzó a ver todo y el línea que estaba al lado del banco también, porque fue cerca de la mitad de la cancha y a unos 7 o 10 metros de la línea que da al banco de suplentes. Alcanzo a ver que un jugador de Chichinales al ver tirado e intentando sentarse el jugador 8 de Cipolletti , este chico le retuerce la oreja derecha y pasa otro jugador de Chichinales que no alcanzo a ver quién es, le tira una patada en la espalda y se genera más descontrol. Pido permiso al línea que estaba cerca para entra y me asiente con la cabeza que si, y corro hasta nuestro jugador, lo protejo y saco a todos los jugadores de Chichinales que se le acercan para agredirlo y aprovecho a sacarlo de la cancha y una vez fuera de la misma, nuevamente el jugador 5 de Chichinales vuelve a agredirlo con un puntapié que por suerte no le dio en la cabeza y alcanza a impactar en el hombro derecho, viene el 8 de Chichinales y también lo increpa y la situación me dio para sacarlos de ese momento y le digo al 5 de Chichinales: "Que haces, salí de acá…" Y también intenta agredirme y se acerca el jugador 8 de Chichinales, también para intentar agredirme.

A todo esto por otro lado también se desata situación de agresiones, discusiones que no alcanzo a ver. Y entonces se acerca el árbitro y le saca la roja al jugador 5 de Chichinales y a nuestro PF Ubaldo Tribunsky, y se acerca a mí y me dice que a mí no me puede echar que me siente en el medio de la cancha y me saca del banco de suplentes nuestro y que me iba a informar… A lo que le pregunto que ¿por qué yo? si lo único que hice fue separar y sacar al chico centro del problema, y le ahorre bastante problemas más si alguien no lo sacaba de ese lugar y que además el línea me dejo entrar, pero en ese momento el línea se lavo las manos y me responde que él no dejo entrar a nadie.

Se produce un nuevo altercado pero que no llego a mayores y accedo a quedarme sentado en el medio de la cancha y estar atento a cumplir con mi trabajo.

Esta situación parece ser aislada y me toco a mí. Pero quiero resaltar que de este desarrollo surgen varias cosas a tener en cuenta:

• El manejo que tiene los árbitros para con los jugadores. Se dirigen con una total falta de respeto y te gritan como si fueran el dueño del partido, y/o bien como si fuera tu padre. Yo escuche esa palabra en muchos lugares, y opino que nadie es dueño de nada más que de su propia vida, y que dentro de un partido de fútbol hay un reglamento y hay alguien que se encarga de hacer cumplirlos, esos son los árbitros, y hay otros actores que deberán atenerse a que el mismo imparta la justicia durante 90 minutos. Pero todo con respeto. Y con total justicia.

• La falta de personalidad para poder llevar adelante un partido de futbol y que los lleva a cometer errores, a veces muy graves que por cierto enardece a quien le toca en ocasión padecer la decisión arbitral. Y que en el peor de los casos, termina generando más descontrol que a veces llegan hasta las agresiones físicas.

• Creo que el reglamento lo conocen bien y sino bastante. Pero a veces no se ve plasmado en la cancha y toman decisiones arbitrales que perjudican a equipos que trabajan durante toda la semana y se termina desmoronando todo el trabajo en una decisión arbitral grosera. Y además no admiten el error.

• El poco compromiso de los líneas que a veces suelen ver las jugadas cercanas de forma muy clara pero que no levantan la bandera e informan al árbitro del partido acerca de una jugada u otra que tal vez debiera haber sido sancionada.

Todo esto y supongo que mucho mas, lleva en varias ocasiones a enfurecer a los jugadores y cuerpo técnico que en ese momento se sienten perjudicados y la delgada línea que existe entre la cordura y la locura, lleva a veces a generar un descontrol, un caos y hasta agresiones que no suelen terminar bien, y que se supone con no dejarlo jugar un par de partidos o no dejar entrar al banco en un par de fechas, se solucionara todo y tendrá el castigo ejemplar. Pero vemos con tanta impotencia, como ese señor arbitro el sábado o domingo siguiente tiene un premio y sale a dirigir otro compromiso y tal vez a cometer el mismo error… o bien otro peor.

Nuestros árbitros deberían tener otra formación además de las correspondientes a su carrera, deberían estar enseñados en psicología, en educación, en buenos modales, para que de esa manera, cuando tengan que impartir justicia lo hagan con fundamentos, y que logren el respeto de todo el mundo futbolístico.

El respeto genera respeto. La injusticia genera bronca, impotencia. La impotencia genera a veces violencia. Y la violencia muchas veces daña, lastima y a veces hasta mata.

No esperemos que eso ocurra aquí, pero si no cambiamos todos en esta historia y también los árbitros que se sienten intocables, esto no estará muy lejos de ocurrir.

A mí solo me toco una fecha de suspensión por solo haber ido a atender a mi jugador y separar para que no lo agredan más. Por el mal análisis de la situación del árbitro del momento.

Y a él, cuantas fechas le toco?

Quien imparte justicia para con ellos cuando se equivocan y a veces hasta tan grosero que uno se pone a pensar si lo hizo o no a propósito.

Pero bueno así parece ser la historia aquí y en el futbol grande. Ellos no tiene quien los juzguen, nadie puede poner en tela de juicio la palabra de ellos. Algo tiene que cambiar, porque estos hechos suceden a menudo y en nuestro futbol local…

Yo he visto a árbitros insultar a jugadores, a increparlos, a reírse en la cara, a gritar como si fuera un pibe chico. Nunca olvido cuando en una ocasión entre a asistir a un jugador de la décima división de nuestro club, y el arbitro de una mitad de cancha me permite entrar y cuando llego al otro extremo de la cancha donde estaba el otro arbitro, este lo primero que hace es gritarme y obligarme a salir de la cancha. Entonces yo le respondo que el árbitro de aquel lugar me hizo entrar, y me vuelve a gritar que el árbitro era él. Y entonces, yo ya soy grande, tengo 45 años, soy médico hace 18 años, tengo hijos grandes, que se yo, lo que se me cruzó en la cabeza, y nadie me grita en ningún lado. Ya eso paso, y cuando era chico y me lo merecía tal vez. Pero ahora la historia es distinta. Entonces me enfurecí y le dije que no me gritara mas, que eso a mí me enfurece, y que además no tolero que nadie me grite y menos él, que un irrespetuoso y desalineado personaje. Sigue gritándome y genera una situación de sumas y mas sumas de momento nada agradable que pudo haber terminado en algo peor también. Y entonces, atendí a mi jugador y me retiro de la cancha, porque me había echado...

Al sábado siguiente lo veo arbitrando de nuevo.

Que se yo… Creo que hay cosas muy mal, pero si todos empezamos con el respeto al otro y el amor a lo que hacemos, todo se puede tolerar, todo se puede disimular y todos podemos disfrutar de algo tan lindo como el futbol...

Ah!.... algo más que me olvidaba.

Al Profe Ubaldo y a mí, nos juzgo la Liga Deportiva Confluencia en base al informe del árbitro y no vio absolutamente nada, pero nada del partido y se baso en el informe del árbitro y nos dio solo una fecha.

Supongo que algunas cosas tienen que cambiar y pronto. Y menos mal que nosotros no somos jugadores de fútbol. Menos mal. No me imagino cómo se sentiría un jugador juzgado por alguien que no vio absolutamente nada.

La sartén por el mango lo tienen ellos, en esta historia, nosotros solo somos la sartén.

José Antonio Portuguéz
Médico.
Colaborador en fútbol amateur del Club Cipolletti.