Planteles

martes, 24 de julio de 2012

Perjuicios "interiores"

  • A la AFA de Grondona poco le interesa el Argentino A. Los números hablan por sí solos.
Cuando Julio Grondona dijo, palabras más palabras menos, que el "fútbol del interior no existe", durante una caliente reunión en la AFA, no estaba tan errado. Al menos para los ojos del organismo que regentea el deporte más popular del país.

Pero el caso de los clubes que disputan el torneo Argentino A es paradigmático: reciben escasísimos aportes, sufren los perjuicios de estar alejados de la "Gran Manzana" argentina y para colmo deben aportar de sus arcas los aportes patronales y cargas previsionales de varios de sus jugadores.

Lejos está este cronista de estar en desacuerdo con que los trabajadores cobren en "blanco" y las entidades civiles aporten al fisco. Pero hay una diferencia sustancial: en Primera A y B Nacional todos los jugadores deben poseer contratos AFA, pero las cargas sociales se pagan mediante una suerte de fondo compensador altamente beneficioso para los clubes de esas divisionales. La decisión suena más discriminatoria al entender que los clubes de la B Metropolitana gozan de este beneficio, cuando los del Argentino A tiene hacer frente con fondos propios.

Cipolletti, el único equipo de la zona en la tercera categoría, está a la misma altura que San Telmo, Morón, Atlanta o Chacarita, pero no cuando recibe los dinero de calle Viamonte, menos a la hora de aportar en AFIP. "El fútbol del interior no existe", bramó Grondona cuando los presidentes de las entidades que juegan en el Argentino A se pusieron en pie de guerra porque embolsaban una sexta parte de los aportes afistas que llegaban a las instituciones bonaerenses. Hoy, la AFA le envía a Morón 120.000 pesos mensuales en concepto de tevé. El Consejo Federal, apenas 23.000 al Albinegro, que siempre terminan siendo menos. "Con el dinero que reciben en Buenos Aires tenemos el 80% de nuestro presupuesto mensual. Es mucha la diferencia", remarcó Sebastián Caldiero, uno de los integrantes de la Subcomisión de Fútbol albinegra.

Todo cambió cuando el 19 de mayo de 2003 el expresidente Eduardo Duhalde firmó el decreto 1212, que establece un régimen especial de aportes personales y contribuciones patronales a la seguridad social que, cuando se inició, equivalía a un 2 por ciento de los ingresos por entradas vendidas, transferencias de jugadores y derechos de televisión. El 1 de agosto de 2005 la alícuota se elevó al 6,5%, nada si se compara con casi el 50% que aportan los clubes del interior.

El brecha de hace más importante porque ese decreto alcanza a todos los empleados de los clubes. Para el caso, Cipolletti debe aportar por unos 20 trabajadores –ocho futbolistas– y erogar unos 60.000 pesos mensuales en la AFIP. Es más, la deuda con el ente recaudador que mantiene el club Albinegro alcanzaría los 2 millones de pesos. "Ahora estamos cumpliendo y por eso podemos trabajar con tranquilidad. Pero cumplir con los pagos se nos hace muy complicado", contó Caldiero.

El ruego federal

El 11 de abril de este año ingresó al Congreso de la Nación un proyecto de ley, con número de expediente 2051-D-2012, en el que se pedía "la inclusión de los clubes de fútbol del torneo Argentino A en el régimen del decreto 1212/03". Lo que se reclamaba, básicamente, fue obtener los mismos beneficios en materia de "percepción y retención para el ingreso de los aportes personales y contribuciones patronales" que las entidades de Buenos Aires.

El proyecto es más que gráfico y da un ejemplo elocuente: la CAI de Comodoro Rivadavia había bajado de categoría y, en concepto de aportes, contribuciones y ART, pasaba a pagar de 20.777,30 pesos en la Primera B Nacional, a 105.114,27 pesos en el Argentino A.

¿Cuál es la diferencia? Que los clubes incluidos en el decreto 1212 utilizan ese fondo compensador "y no sienten que se les saque dinero de los bolsillos. Menos los chicos, porque entran en la misma bolsa que Boca, River...", explicó Caldiero

Esa iniciativa federal, que pasó a la comisiones de Deportes; Previsión y Seguridad Social; y a la de Hacienda, y allí duerme, fue firmada entre otros por Carlos Eliceche, presidente de Brown de Madryn –equipo que también descendió– y hoy diputado del Frente para La Victoria. Para Cipolletti, como para el resto de los clubes del Argentino A, el reglamento dispone al menos ocho contratos en el plantel. Algunos jugadores los exigen, como en los casos de Manuel Berra, Oscar Negri y Adrián Benito, y otros firman por decisión de los dirigentes, que en general eligen a las proyecciones a futuro, como en los casos de Mariano Figueroa, Bruno Weisser, Gabriel Chironi y Alexis Esparza. De esa forma, logran retenerlos si es que se acerca algún club para tentarlos. Claro, lo que desean los dirigentes del interior es ser alcanzados por el decreto 1212 y sus beneficios. Además, la AFA hace fuertes aportes en la AFIP para ayudar a los clubes de aquellas categorías.

El proyecto que refrendó el ex gobernador de Chubut aclara las diferencias existentes entre los clubes de Buenos Aires y los del interior: para el caso, los primeros no tiene viajes largos, reciben 1,2 millones de pesos por temporada en concepto de tevé, pueden promocionar sus futbolistas por la pantalla chica y están incluidos en el 1212; los segundos asumen viajes de más de 1.400 kilómetros, reciben 200 mil pesos de la tevé por año y no salen en vivo y en directo.

Además, se apoya en un fallo judicial que sentó precedente: fue el de noviembre de 2011 de la jueza Eva Parcio de Seleme, que le levantó el pulgar a una medida cautelar que interpuso la CAI, club que logró retrotraer su situación a junio de 2011 y quedar incluido en el decreto 1212.

Cipolletti, para el caso, deberá aportar en AFIP durante esta temporada entre 120 y 140 mil pesos por el contrato de los ocho jugadores. Esos futbolistas, a diferencia de sus compañeros, tiene derecho al pago de aguinaldo y a cobrar el salario los doce meses del año, cuando se acostumbra en este fútbol informal a pagar por tiempo jugado –algo así como diez meses por año–.

Pero ni siquiera los beneficios del decreto duhaldista consiguieron detener las deudas de los clubes –hasta se suspendieron todas las ejecuciones judiciales a partir de 2003–. De los 61 que jugaron la temporada pasada en la A, B y B Metro, sólo Desamparados estaba al día con los sabuesos. Claro, paradójicamente los sanjuaninos descendieron al Argentino A y ahora la tendrá cuesta arriba, salvo que tomen el ejemplo de la CAI y recurran a la justicia. Casi 275 millones de pesos debían las entidades incluidas en el decreto 1212 al 9 de enero, cuando el diario Página 12 publicó un completo informe con todos los "números rojos". De ese monto, 228 millones correspondían a incumplimiento en el Régimen Nacional de Seguridad Social.
Sebastián Busader

Río Negro