Miguel Angel Benavídez nació hace 50 años, y creció profesionalmente en el periodismo en General Roca, pero relata con "toda su pasión", como le gusta decir, a Cipolletti en Radio Galas 89.7.
Todo empezó en el año 1975, cuando Miguel tenía 11 años, y se escapó de su casa en Roca para tomarse el colectivo de línea e ir a La Visera a presenciar Cipolletti vs. River. "Cuando vi La Visera llena dije ¡esto es fútbol! esta claro que en el fútbol regional Cipolletti es el número uno. Vivo en Roca y lo digo, y por ahí hay gente que no lo entiende, los que son inteligentes lo entienden, los otros lo repudian" explica tranquilo desde su hogar a 45 km. de Cipolletti.
 |
El relator oriundo de Roca, quiere ser
testigo privilegiado de otro ascenso mas
de Cipolletti. |
Reafirma su teoría Benavídez cuando cuenta que en cualquier lugar del país donde hable de fútbol, cuando dice que es del Alto Valle enseguida se lo relaciona con Cipolletti.
"Por ahí Roca se puede identificar a los fierreros a través del TC 2000, y los cipoleños fierreros vienen a Roca tras su pasión de la misma manera" se justifica el relator.
"En el caso mío lo mamé de chico y por eso tengo un sentimiento muy especial con el albinegro". Claro y conciso.
Todavía recuerda aquel equipazo de fines de los 80 que tuvo todo para ascender al Nacional B. Miguel Angel Benavídez fue uno de los miles que colmó La Visera en aquel partidazo contra Mandiyú de Corrientes, que inmortalizó El Gráfico con su título "La fiesta del fútbol que el país no conoce".
"Recuerdo como anécdota que una vez venía Unión de Santa Fe, agrandado porque iba a ascender y Cipolletti andaba por el fondo de la tabla. Habrán venido 50 o 100 hinchas, y se reían de Cipolletti, de que la gente llegaba en bicicleta a la cancha, de la tranquilidad de la tribuna. Hasta que apareció La Banda del Tigre y se armó un lío tremendo afuera de la cancha. Que te ganen es una cosa, pero la hinchada no se bancó la burla", reflexiona muchos años después del escándalo, y ya desde las transmisiones en vivo y no en la popular como un hincha mas.
Su debut como periodista albinegro lo hizo también trabajando para un canal de Roca. En el Torneo Argentino B 2006/2007, los hinchas de Cipo veían los goles el domingo a la noche en Página Deportiva, y Miguel Benavídez era el periodista que seguía la campaña de ese conjunto albinegro que ascendió al Argentino A.
Una vez consumada la final y la vuelta olímpica ante Racing de Olavarría, frente a la cámara Benavídez cerró su informe con un remate directo al orgullo roquense tras un año en el que se reactivó la histórica rivalidad: "Cipolletti volvió al lugar del que nunca tendría que haber bajado".
Siete años después asegura que "Cipolletti tiene que seguir subiendo, tiene que estar en el Nacional B, ojalá este sea el plantel que lo logre. Una lástima que haya bajado ese año al Argentino B, pero quedó claro que es el club de la Patagonia por excelencia, ese año Cipolletti hizo crecer a los clubes de la región, le llenó la cancha a todos, a Roca, a Alianza, a Independiente de Neuquén, a Cruz del Sur, ¡llenó todas las canchas!".
"Cipolletti con plata, sin plata, siempre tuvo fútbol gracias a la pasión de la gente. Ha tenido todo tipo de clásicos, porque en las otras ciudades no pasó lo mismo. Fue Cinco Saltos, fue Roca, fue Alianza. El clásico de la región siempre fue Cipolletti contra otro", argumento que se suma a la admiración del relator hacia el club rival de su ciudad natal.
No le gusta la crítica destructiva que a veces se presenta en el periodismo. Asegura que para ascender tienen que ir todos de la mano, prensa, jugadores, hinchas, dirigentes y cuerpo técnico, con sus diferencias de criterio pero sin que ninguno quiera sobrepasar al otro. Más precisamente, que el periodista no pretenda corregir al técnico, o a los jugadores que hacen su trabajo.
Es cierto que ha relatado a Deportivo Roca. Pero Miguel Angel Benavídez nos dejó bien en claro la diferencia de relatar por trabajo, y hacerlo, además, con mucha pasión.
Revista del Club Cipolletti, Febrero 2014.
