"Es para que festeje toda la gente, dirigentes, periodismo, jugadores, hinchas, porque somos todos una gran familia...", Cipolletti había clasificado a la liguilla por el segundo ascenso a Primera, y las palabras de Pablo Parra culminaban la nota en un vestuario feliz. El ánimo del vestuario toda la vida será relativo en base al resultado, pero lo que perdió el albinegro es el clima de gran familia.
La ausencia de dirigentes en Catamarca junto al plantel derivó en una bandera el domingo para ellos. También para un periodista, no casualmente de LU 19, que toda la historia fue el chivo expiatorio del grueso de la gente. La hinchada dividida ya es una costumbre bastante aceptada si se quiere. No así, sea de quien sea, cuando caen cosas a la cancha poniendo en riesgo un espectáculo que pese al resultado nadie quiere abandonar antes de tiempo.
Por otro lado, según el diario de hoy, dirigentes que sospechan que del plantel salió la autoría intelectual de la bandera. Un plantel claramente dividido, tal vez lo más grave. Un técnico que, con todo derecho pero sin explicarlo de frente, se escapa sin dar declaraciones a la prensa y por ende a la gente. Periodistas que hacen los mismos miles de kilómetros, van a los mismos entrenamientos, y no se saludan.
En casi trece años Cipo Pasión sólo habló de fútbol, jamás se metió en cuestiones internas, personales, y esta no será la excepción. Sólo nos preguntamos ¿qué nos pasa? Si a todos nos conviene ascender. El hincha por la gloria. El periodismo y los jugadores por crecimiento laboral y económico. Y los dirigentes porque dejarían de gastar fortunas en viajes y estadías que pasarían a cuenta de la AFA. Tal vez no somos todos una gran familia como decía el 'Chala' pero todos somos hinchas. Y todos queremos ascender, pero no estamos dejando la imagen de un club campeón.
Las críticas van a llover siempre. Tal vez es hora de que todos los que rodeamos el mundo Cipolletti miremos un poquito para adentro. ¿O no escuchamos ni leímos por ahí esta semana esa frase que dice "Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera''?.
Lo del domingo fue una lástima. A falta de fútbol el hecho de tirar botellas y esa violencia incontrolada me pareció un exceso. Cuando más tranquilidad el equipo necesita para poder remontar un resultado, con acciones de ese tipo sólo se torna todo incontrolable y tensionado. Hay una frase dentro de las canchas de futbol que dice "si no nos alentas cuando perdemos, no festejes cuando ganamos". Pensemos un poco, a la cancha va gente con familia, nenes chicos esa suerte de convivencia y seguridad la hacemos entre todos; ese gran malestar es innecesario, no beneficia a nadie y perdemos todos. Saludos al staff
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