Muy poco para ser tan grande

• La columna de Juan Pablo Quintana en Cipo Pasión Radio TV.

El año cierra como pocos habían pensado, es que en el inicio del torneo la lógica marcaba que Cipo no iba a tener problemas en una zona sin grandes incorporaciones ni nombres rimbombantes, y si bien la clasificación se logró una fecha antes, la chance de quedar entre los dos mejores y clasificar a la Copa Argentina se asemeja más a un milagro futbolero que a una realidad soñada.

La verdad es que llegado este momento del torneo, el campeonato podría contener entre sus instrucciones de uso, esas que salen del otro lado de la tapa del juego, la presencia de un jurado popular que expresara la posibilidad de declarar desierto el mismo. Dada la bajísima calidad de juego y la escasa demostración de superioridad de los participantes de la zona 1 de este Federal A no sería descabellado que quedara vacante, que el jurado popular bajara del ring a los equipos como esos boxeadores que no presentan combates y se llevan el repudio de la gente.

Por más que el sábado los corazones latan a mil y hasta se llegue a una definición de bandera verde, las miserias en cancha (y también fuera de ella) no podrán ser corregidas ni atenuadas ni ocultadas.

Las uñas van a sufrir el viernes, el corazón va a cabalgar con la radio en la oreja, quizás Cipo logre entrar la Copa Argentina pero en un torneo con mucho aroma de Argentino B y con la vara muy alta; lejos, muy lejos, de lo que representa su historia.

Eso sí, perdóneme la pálida, pero usted sabe (como yo) que el hincha y la pelota han sido tan maltratados durante el año que si el futuro no es mejor, lo del viernes será apenas una cuota de lo que hincha y la pelota merecen, una cuota ínfima, muy chica que sigue siendo muy poco para un club tan grande.