Planteles

miércoles, 26 de abril de 2017

Dos décadas de chamuyo


“Malas noticias para el hincha del Lobo pero no se crea que se perdió contra cualquiera. Cipolletti es un gigante y ojalá pronto vuelva a la B Nacional” las palabras son de Sergio, el relator de Radio La Red de Mendoza que se preparaba para transmitir Talleres frente a Godoy Cruz.

Me quedé pensando y tiene razón… aunque la sensación es ambigua. Por un lado sentí orgullo por la visión que se tiene de Cipo en el país futbolero pero por otro lado algo de nostalgia por “haber sido y ya no ser”.


Como tuve que hacer flashes para la radio de Mendoza busqué mucha información y me encontré con que Gimnasia de Mendoza se preparó para estar donde está, es decir, peleando por entrar al pentagonal final. El “9”, Pablo Palacios Alvarenga, convirtió 16 goles en 22 partidos; el goleador de Cipo es Taborda con 5. Y sí, esto se gana con goles y ahí está parte de la explicación…

Desde que yo tengo memoria, las veces que Cipolletti apostó a las divisiones formativas no fue por convicción sino porque no tuvo otra opción. Más allá de que muchos se llenen la boca hablando de proyectos y más proyectos… por lo menos en las últimas dos décadas el tema del “proyecto” me suena a chamuyo.

Cuando aparecieron los chicos del club fue porque no había dinero para traer a otros que vengan con más cartel o porque los que vinieron se lesionaron. Y esto no es nuevo. No es algo que le pasó a Henry Homann, es de toda la vida.

Bruno Weisser, por citar un ejemplo, se tuvo que ir a romperla a Alianza para tener alguna chance, y no es que en aquel Argentino B se dijo “bueno, ahora sí apostamos a los pibes”. Se jugó con chicos porque no había plata para traer las super estrellas que encandilan de lejos y que cuando están acá se terminan apagando.

¿Cuál fue el último gran refuerzo de Cipo? Y si hacemos la pregunta más compleja: ¿Cuál fue el último delantero que reforzó de verdad al Albinegro?

Si la memoria no me falla el último que rindió fue Mariano Toedtli y también hubo que esperarlo porque su inicio no fue para nada alentador. Un dato: Toedtli jugó en Cipo en la temporada 97/98… es decir…. Hace 20 años!!! Desde entonces, los delanteros sólo prometieron…

En el medio rindieron los chicos de acá: Henry Sáez, Germán Alecha, Hugo Prieto, Bruno Weisser, Oscar Padua (que no llegó tan chico al club) y ahora Daniel Opazo.

Es justo decir que el domingo Cipolletti jugó su mejor partido de los últimos tiempos. Que fue inteligente y tuvo en Opazo la contundencia de la que careció durante gran parte de la temporada. Los números no dan y sólo se podrá llegar por el camino más largo. Unión en Sunchales, quien se juega la clasificación, será otra linda prueba para saber dónde se está parado aunque la hora de la verdad comenzará en 15 días cuando en los play off el sueño de llegar a la B Nacional comience a tener argumentos futbolísticos.

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