Caso Pereyra

¿Negociación, pulseada o falta de comunicación?

Juan Pablo Pereyra tiene contrato con Cipolletti hasta junio de 2018. Una cláusula por rendimiento que venció el 30 de junio hablita al club a ajustar el salario al mínimo de AFA, no así a despedirlo sin indemnización. Farías corrió la misma suerte pero se fue sin litigios al conseguir un nuevo contrato en Sportivo Desamparados.

La intención manifiesta de la subcomisión de fútbol es reducir el salario de Pereyra al mínimo ante la imposibilidad económica de desvincularlo. Pero el jugador no quiere estar un año sin jugar. Por eso su representante intenta negociar con el club una rescisión en cuotas por un tercio del coste de todos los salarios mínimos.

El club espera que Pereyra consiga club y corra la misma suerte que Farías. El representante de Pereyra espera que el club acepte su oferta y rescinden el contrato inmediatamente. El diálogo se cortó.

Está claro que Juan Pablo Pereyra no va a seguir en Cipolletti. Porque no le conviene económicamente al club ni futbolísticamente al jugador. ¿Esperarán que el tiempo juegue un factor preponderante para bajar pretensiones? ¿Qué sucederá si Pereyra se presenta a la pretemporada?

Juan Pablo Pereyra llegó al Club Cipolletti en enero para reemplazar a Sosa, pero resultó ser la antítesis de la figura de Cipo del 2016. Perdió la titularidad en pocos partidos y nunca más la recuperó. Fue muy resistido por los hinchas y ni siquiera fue convocado como suplente en las llaves contra Juventud Antoniana, Gimnasia y Tiro y Gimnasia de Mendoza.