Lo primero que quiero decir es gracias. Mientras los santos de causas perdidas discuten verdades y se encajonan en el penal de Jorge Gaitán yo reconozco que el sábado por la noche se quebraron mis sentidos. Y más allá del paso de las horas que nos intenta colocar en el sitio justo para llegar a un análisis medianamente objetivo me declaro en guerra total de locura y pasión. Por eso más allá de la bronca de la eliminación vuelvo a decir esa palabra mágica: gracias.
Simón Bolívar decía que para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios. Siento que este dolor es parte de este sacrificio. Tengo la sensación de que esta eliminación es la clara muestra de que no es imposible.
Pasaron muchos días desde aquel 13 de mayo de 2010 cuando, vaya paradoja de la vida, también se cayó por penales ante Patronato en Paraná. Si hasta me hicieron pensar mientras el partido se jugaba, qué tan lejos queda Santiago del Estero, si hasta llegué a calcular cuántos kilómetros y cuántos pesos nos separan de la cancha de Mitre.
Es bueno volver a pelear un ascenso. Tampoco hay que creer que se hizo todo bien. Se deben mejorar muchas cosas. Hay que darle importancia al “minuto cero”, a ese instante donde comienza el sueño. Hay que aprender a incorporar y que los refuerzos sean eso: “refuerzos”.
Queda la sensación de que se arrancó tarde… se regaló un tiempo precioso que en un fútbol tan parejo se paga caro. De eso también hay que aprender.
Podría decir muchas cosas más, paro la pelota y pienso en el hincha, ese que estuvo en el debut con goleada ante Deportivo Roca, en el partido ante Sportivo Las Parejas un viernes por la noche, comiendo frío ante Gimnasia y Tiro y, claro, en la gran fiesta ante Gimnasia de Mendoza.
Y más allá de la desilusión, de la bronca, cuando la pelota comience a rodar nuevamente ahí estará cantando el hincha noble hasta la médula, leal como un granadero de la patria, soñando como siempre... cambiando las lágrimas por canto y renovando la esperanza por un nuevo sueño y está muy bien Capataz, tenés que tener sueños así mañana podés levantarte…
Estuve en Mendoza y dejaron una muy buena imagen.
ResponderEliminarMuchas gracias por dejar bien en alto a nuestro querido Cipo.
A redoblar fuerzas y volver a la carga!