La realidad nos golpea nuevamente

• La columna de Juan Pablo Quintana en #CipoPasión.

Se terminó la primavera. Ya sé que Crónica dice que todavía faltan 17 días y también es verdad que el canal de la placa roja en eso no falla pero la referencia es a la actualidad del fútbol de Cipolletti.

Todos nos ilusionamos con que este año sí se nos podía dar y, claro, teníamos argumentos: el partido histórico ante San Lorenzo y la gran actuación ante Gimnasia en Mendoza, pese a la eliminación, eran los pilares del sueño llamado B Nacional.

En el debut ante Rivadavia de Lincoln empezamos a sospechar un poco pero debíamos “darle tiempo” al equipo y fue justamente el tiempo el que nos está conduciendo a una nueva desilusión.

Si querés ser candidato, pero candidato de verdad tenés que arrasar en esta zona y no me vengan con que el fútbol es muy parejo y toda esa saraza. Gimnasia de Mendoza ganó 10 de los 16 partidos y no perdió. Le sacó 9 puntos al segundo y ¡14 al quinto! Señores: eso es un candidato.

Si vos te metés en Internet podés saber que juega con un clásico 4-4-2 y su técnico Marcelo Fuentes no tiene problema, no esconde nada. Sale a la cancha y gana los partidos. No juega a las escondidas ni tiene miedo de declarar. Tiene claro que en el fútbol ya está todo inventado y que los rivales son los equipos del grupo y no los periodistas.

Cipolletti, a esta hora, depende de otros resultados. A Cipolletti, el gigante de la Patagonia, lo puede dejar afuera Deportivo Roca. El Capataz deberá estar atento a lo que hacen Independiente de Neuquén y el Naranja el miércoles. Esos equipos de los que te cuesta buscar información porque no son ni tan grandes ni tan populares como vos, te pueden dejar afuera.

Y ojo, no sólo es responsable el cuerpo técnico. Hay dirigentes a los que les molesta mucho lo que decimos pero se encaprichan y le terminan haciendo mucho mal al club. Esos mismos dirigentes que dejan lugares vacíos en la Liga Confluencia y después se sorprenden cuando la tercera división juega a las cuatro de la tarde y los chicos se descomponen.

A la distancia tengo la sensación de que los play off del torneo pasado sólo fueron un espejismo y me duele pensar que la realidad nos golpea nuevamente. Cinco victorias, cinco empates y cinco derrotas es una campaña mediocre (y un poco menos también). Señores se terminó la primavera: el enamoramiento se hace trizas contra esta realidad.

Se va el 2017 y Cipo está penando por clasificar en una zona de Argentino “B”. Ojalá se alineen los planetas y el albinegro clasifique, pero lamentablemente si todo continúa así el sueño del ascenso seguirá siendo un sueño lejano.