Pudo ganarlo y pudo perderlo

• Análisis del relator Miguel Angel Benavídez.

Foto: Club Solcial y Deportivo Sol de Mayo.

Cipolletti se trajo un punto desde la ciudad capital que sirve para mantener la distancia con Sol de Mayo de Viedma respecto al descenso. Si tenemos que ponerle un título a esta presentación en la capital rionegrina, lo pudo haber ganado como también lo pudo haber perdido.

Sorprendió el once albinegro con Manuel Berra como segundo marcador central. Uno imaginaba que podía jugar con línea de tres, con una zona de volantes superpoblada, pero no. La zaga central fue Jara y Berra, los marcadores de punta tradicionales Carrera y Morales, allí armó un mediocampo también interesante, dejando en la línea de avanzada a Trecco y a Piñero Da Silva. Un poquito más atrás Visser, tirado a la derecha. Aguirre por izquierda, Barez y Strak en el círculo central. Así era el dibujo táctico de Cipolletti para enfrentar a este Sol de Mayo urgido de puntos, en un campo de juego que por el problema del coronavirus se jugó sin público a pesar de que había gente en la cancha de Sol de Mayo.

Los primeros 20 minutos se plantó bien Cipolletti. Pocas situaciones de gol, emparejó Sol de Mayo, y en un primer tiempo en el que fue un 50% y un 50%, quizás con un poquito más de posesión de pelota por parte del equipo de la capital rionegrina, y con el ímpetu de poder doblar al once albinegro, tuvo mas tiempo la pelota. Dentro de este fútbol no tan bueno, ni tan vistoso para el público, porque el partido no fue bueno. Típico de jugarse algo, Sol de Mayo se juega mucho, Cipolletti intentó mejorar la imagen que dejó frente a Sansinena en La Visera, dentro de los primeros 20 minutos jugó con las tres líneas en bloque pero con poco fútbol.

Emparejó Sol de Mayo, y sobre el minuto 36’ rompió líneas con una corrida importante del buen marcador de punta Juan Elordi, quien habilitó a Valdebenito. Berra se lo llevó puesto cuando quedaba prácticamente mano a mano con Crespo. Penal que cobra bien el árbitro bahiense Sergio Testa, y Galván que lo cambia por gol.

De ahí en adelante sintió el golpe Cipolletti, fue en busca del empate en los últimos minutos. Se abroqueló atrás Sol de Mayo e intentó jugar de contragolpe, y así se fueron los primeros 45 minutos.

Los goles.

En el segundo tiempo, no hubo cambios ni en Sol de Mayo ni en Cipolletti. Salió el albinegro unos metros más adelantado intentando buscar el empate. Tuvo un par situaciones al igual que Sol de Mayo, que de contra lo pudo haber definido.

Los cambios tampoco fueron la solución, hasta que apareció el golazo de Nicolás Trecco, con un remate desde larga distancia después de un rechazo corto al minuto 26 del segundo tiempo, desde afuera del área la clavó en ángulo derecho del arquero Nahuel Astuti, para poner el 1 a 1.

Sol de Mayo quemó las últimas naves, de ahí hasta los 45’ tuvo un par de situaciones, un pelotazo en el travesaño de Galván, un par de borbollones adentro del área, como también lo tuvo Cipolletti en varias contras, y lo pudo haber ganado. Pero el partido terminó 1 a 1.

A Sol de Mayo el punto no le sirve mucho, a Cipolletti tampoco le sirve mucho pensando en la remota clasificación dentro de los seis. Sirve ese punto para mantener la distancia con Sol de Mayo.

El partido no fue bueno, el partido fue malo a la vista del público. Poco fútbol, mucha lucha, mucha entrega Para rescatar en Cipolletti, jugar en bloque, las tres líneas juegan en bloque, atacan y defienden en bloque, pero de fútbol muy poco. Mirando la tabla de posiciones uno ve la realidad, y por algo están en los últimos puestos, tanto Sol de Mayo como el equipo que ahora dirige Sergio Priseajniuc.

Habrá que cuándo hay fútbol otra vez, pero fue un justo empate en Viedma.