Planteles

viernes, 7 de abril de 2017

Que el Ruso no tape el bosque

Los equipos que alcanzan objetivos importantes son los que ganan aun jugando mal. Seguro el cuerpo técnico es responsable de resultados y respuestas futbolísticas que golpean el orgullo del hincha. Tal vez un cambio de entrenador mejoraría algunas cosas, pero es un trapito parchando el agujero de una olla, no va a encaminar al club hacia una etapa exitosa. El fútbol de Cipolletti tiene problemas muy graves que afectan a sus aspiraciones. Sin consolidar, fortalecer y sostener un proyecto serio, se seguirán cambiando figuritas y se mantendrán los mismos resultados.


Que se gaste una suma grande de dinero en refuerzos que no rinden, no es tan grave como invertir en talentos que quieren triunfar en Cipolletti y se terminan yendo sin que nadie mueva un dedo por retenerlos, que pocos los conozcan, y sólo sus entrenadores los hayan visto jugar. Eros Orán y Emanuel Morales son los últimos ejemplos, pocos supieron de ellos mientras se quejaban por el rendimiento de jugadores foráneos. Goleador de tercera división y crack de primera, sólo necesitaban una pensión o un ingreso para seguir proyectándose en el club.

Centurión en River (descartado para la primera de Cipolletti por ser muy joven) encabeza una larga lista que incluye jugadores forjados acá desempeñándose en Independiente, Estudiantes, Temperley, Godoy Cruz, Lanús y Belgrano. No hubo convenios, simplemente se fueron.

Para retenerlos, ser el semillero de la Patagonia y proyectar crecimiento futbolístico, Cipolletti debería transferir recursos del Federal A a las formativas. Eso generaría más críticas en el hincha del día a día, que quiere ascender urgente. Pero ese hincha igual estallará cuando vea el desempeño del equipo formado con jugadores de afuera con tal presupuesto. Sobre todo porque generalmente entre los titulares terminan los jugadores del club por una cuestión de rendimiento.

El fútbol tiene muchas leyes no escritas: “Los pibes ganan partidos pero no ganan campeonatos”. La única vez que Cipolletti ascendió en un torneo similar al actual Federal A, lo hizo con un equipo de jerarquía forjado casi íntegramente de sus formativas. Fue en la temporada 2006/2007, pero viendo videos del Mundialito de 1998, el trabajo había empezado una década antes. Ese trabajo previo permitiría incorporar pocos jugadores pero de real jerarquía para potenciar el equipo.

El primer paso es el sinceramiento con los hinchas y con los patrocinadores. No debe ser fácil convencer y pedir apoyo anunciando temporadas de transición. Volviendo al ascenso del 2006/2007, Cipolletti no ganó nada durante la década que formó a esos jugadores. Y no hubo un proyecto ni estructuración de la Comisión Directiva, fueron de los peores años financieros y pasaron tres dirigencias distintas. Sin embargo hubo recursos humanos que tuvieron constancia y conciencia en su trabajo con los juveniles. Y los chicos se quedaban en el club.

Para ascender hay que tener mucha plata o paciencia. Los dirigentes de Cipolletti no tienen un presupuesto todopoderoso (como Talleres de Córdoba o San Martín de Tucumán). Y los hinchas no tienen paciencia. Ojalá con un pequeño cambio se torciera esta dura realidad. Es difícil administrar dando pasos firmes pero muy cortos. Pero es menester aprender una lección: reforzar el equipo en todos los puestos con un presupuesto común, es un camino intermedio que no trajo ni traerá soluciones a corto, mediano, ni largo plazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

21ra. TEMPORADA JUNTO AL CLUB CIPOLLETTI | YouTube: Cipo Pasión TV | Facebook e Instagram: @cipopasion | Twitter: @CipoPasionTV