Tenemos otro arquero que es una maravilla - Notas de Archivo de Cipo Pasión - Club Cipolletti

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domingo, 12 de septiembre de 2010

Tenemos otro arquero que es una maravilla

Seguridad, destreza y personalidad son sus principales virtudes. Fue figura en la victoria de Tres Arroyos y atajó pelotas claves contra Villa Mitre y Unión. Alan Yorno es cipoleño y soñaba con el arco albinegro, tiene 23 años de edad y es el arquero que logró que Cipolletti no extrañe a un referente del plantel como Raúl Ruiz. En una entrevista exclusiva con cipopasionweb.com, nos demuestra su humildad y madurez más allá del talento que demostró en la cancha.

"Sabia que en el caso de que me tocase jugar iba a tener que aprovechar al máximo esa oportunidad, uno no le desea el mal a nadie pero tiene que estar preparado tanto física como psicológicamente para que en los momentos que le toque estar, hacerlo de la mejor manera. No es fácil tener que suplantar a un arquero como el ‘Oreja’ que viene hace varias temporadas siendo figura y un referente del equipo, de todas maneras yo estoy tranquilo, porque mal o bien traté de dejar una buena imagen para mis compañeros, para la gente y para el cuerpo técnico", así Alan Yorno encaró y cumplió el objetivo de mantener la seguridad en un puesto que no admite errores de debutantes.

Cuando se lesionó Ruiz todo parecía indicar que Facundo Ávila, de muy buenas actuaciones en la primera local, sería quien tuviese la oportunidad de debutar profesionalmente. Pero el entrenador Marcelo Yorno se inclinó por su hijo, y Alan se encargó de demostrar que nada tuvo que ver la relación familiar en la decisión. Además Alan asegura que "Facundo (Ávila) es un arquero bárbaro, si a él le hubiese tocado jugar hubiese respondido de la misma manera".

Al igual que su padre, para muchos el mejor arquero de la historia de Cipolletti, Alan Yorno no tiene la altura ideal para atajar, sin embargo no tuvo problemas para contener remates de larga distancia ¡sin dar rebote!, que fue lo que más llamó la atención. Tampoco tuvo inconvenientes para salir a cortar centros al medio del área contra delanteros que superaban su estatura y contener la pelota en lugar de despejarla. Ordena la defensa con mucho criterio y voz de mando, como dicta el manual del buen arquero.

¿Cuánto habrá tenido que ver la gran carrera de su papá Marcelo para que Alan debute con tantos recursos en el Argentino A? "Muchísimo" aclara, "desde que tengo uso de razón viví en un ambiente donde se respiraba fútbol, y creo que fui mamando eso desde chico, de todas maneras nunca sentí ningún tipo de presión en seguir los mismos pasos que mi padre, siempre tuve la libertad de elegir mi camino, por suerte elegí este y así puedo seguir con la tradición, ya que mi abuelo también pasó por el arco. El hecho de que haya elegido este puesto sin duda fue por tenerlo a él de referente, me puedo sentir un privilegiado ya que siempre me enseñó y me sigue enseñando cosas del puesto".


El apellido Yorno no pasa inadvertido en el fútbol argentino, y se puede presumir que Alan tiene objetivos profesionales en otras categorías, sin embargo asegura que siempre soñó con el arco albinegro: "Nací acá en Cipolletti y para mi es un orgullo vestir la camiseta de mi ciudad, y en la que mi viejo fue ídolo. Es todo un desafío hoy estar en el arco y lo tomo como tal. Me encantaría poder dejar la imagen que dejo él en el club, pero soy conciente que esto es largo y recién empieza".

Y sí, hace 23 años nació Alan en Cipolletti cuando su papá atajaba y metía goles de penal en el Nacional B. Nunca se hizo hincha de un club, prefirió simpatizar por el equipo donde atajaba su papá, le quedó gustando Boca donde Marcelo fue compañero de Maradona, Caniggia y Verón, "pero tampoco es que si pierde Boca me voy a amargar. Me encariñé un poco más con Unión de Santa Fe porque jugué cuatro años ahí y me siento identificado con el club".

Mas allá de alguna broma de buen gusto, Alan es uno más en el plantel de Cipolletti y la condición de ser hijo del entrenador no incide en un compañerismo que le da mucha alegría y confianza: "Me encontré con un grupo humano que no es fácil de encontrar en todos lados, tanto los chicos que ya estaban como los que vinimos nuevos tenemos una relación muy buena, y estoy convencido que este plantel va a conseguir cosas importantes".

Como todo jugador, Alan Yorno sueña con triunfar en el fútbol pero no lo pone ansioso: "Hoy por hoy más que sueño tengo otros objetivos, es el de consolidarme en el arco de Cipolletti, y por qué no, ascender al Nacional B".

Lo concreto es que cuando Ferreyra tuvo su merecido préstamo porque Cipolletti tenía dos arqueros titulares en su plantel, la lesión de Ruiz complicó las cosas. Y en eso apareció Alan, poniendo en práctica todas sus virtudes para dejar tranquilos a los hinchas de Cipolletti, demostrando que el arco albinegro está asegurado por muchos años.