Caímos, pero nos estamos levantando

• Por Facundo Pereztoro. (*)

“Los científicos dicen que estamos hechos
de átomos pero a mí un pajarito me contó
que estamos hechos de historias".
Eduardo Galeano

Esta fue una semana impresionante. Ha sido única. A muchos se nos fue llenando la esperanza en la víspera; hicimos promesas, juramentos, soñamos y pensamos en un Cipolletti ascendido. Pero no pudo ser. Y no por eso ha sido fatal, o motivo de muerte.

 

Personalmente hice muchos cálculos, pensé en los días que se venían, en aprovechar feriados, en ir juntando plata (sacando de los planes hasta las vacaciones en familia), pensé mucho en hacer ese viaje que espero pueda concretar algún día para ir con mis hijos, esposa y hermanos a la Visera, para ver esa final que nos deje en la próxima categoría. La sueño, la pienso, decreto que ya vendrá, y me emociono.

Nos quedamos cerca del objetivo. No se nos dio. No lloré, pero lamenté que no hayamos podido avanzar un poquito más.

Leí y escuché mucho del albinegro en las jornadas previas, durante el los últimos partidos y con el “diario del lunes”; sobre los jugadores, sobre la dirigencia, sobre los hinchas, de todo. ¿Y saben qué?, me quedo con un sabor dulce.

Hace algunos días pedía y hablaba sobre hacer historia, sobre quedar en la historia. Y pienso a modo de balance en que todos nuestros sueños no se murieron, siguen intactos. Eso es el sentimiento que tengo por mi querido Cipolletti.

Quiero desdramatizar que hayamos quedado en la puerta. Quiero hacer y dar el más grande de los “gracias” a quienes nos hicieron sonreír, gritar de alegría, festejar y llorar. A quienes a través de las redes sociales nos hacen un mimo con un “me gusta”, un “Fav”, un “retweet”; una respuesta o un agradecimiento por nuestras palabras de aliento, por dejarnos acompañarlos en momentos difíciles o felices, por ser parte de nuestra familia: la del Capataz de la Patagonia.

Jugadores y cuerpo técnico: Gracias. Infinitas gracias. No cabe en mi cabeza que no hayan querido ascender. No cabe en mi cabeza que no sientan estos colores. No me cabe esa idea que siempre surge en estas oportunidades, sobre que no pusieron todo de sí. Mi corazón me dice que son tipos con hambre de gloria, que como yo también odian perder, y que prefieren darlo todo, siempre por más.

Tenemos un gran plantel, pero un mejor equipo. Y eso es lo que espero podamos mantener. Porque se los aseguro, se nos va a dar, vamos a ascender porque Dios es grande.

Empecé este texto con una frase de Eduardo Galeano, y puedo decir que a mi Cipolletti me dio una historia más. Hermosa. Y siguió escribiendo más líneas, no sólo en mí sino que seguramente en la de muchos que lean esto. Me encanta el fútbol y gracias a mi abuelo soy hincha del Albinegro. Lo llevo en la piel y más allá que vivo muy lejos, lo sigo y lo comparto con mi familia y mi grupo de amigos. Gracias por hacer historia, y gracias por llevarme a expresarme en esto que espero sea un aporte a la paz, y a seguir queriendo más y más a nuestro Club.

Me pregunto: ¿Qué es un fracaso, sino una nueva oportunidad para crecer, avanzar, reflexionar, y hacer las cosas bien, para lograr ese objetivo?. Así debemos tomarlo. Caímos, pero nos estamos levantando, porque así lo pide la gente y porque así lo tiene que hacer un grande como Cipolletti.

Pienso en mis hijos, mis sobrinos, mis hermanos, mis amigos, y todos con los que comparto este amor por el Club Cipolletti y sé, estoy convencido, que tenemos cuero para salir adelante, saldremos, porque somos un equipo, somos un fuerte amor, somos una pasión inmortal.

(*) De Caleta Olivia, Santa Cruz. Corresponsal de Cipo Pasión.