Cuidar el club es tarea de todos

• Por Ariel Alonso, hincha.

Como sucede en cada receso, un sector importante de la hinchada se pone mas que impaciente ante la falta de noticias que conmuevan queriendo saber siempre con rapidez acerca de tratativas sobre incorporaciones, desvinculaciones, prórrogas de contratos y cualquier otro motivo que de chance de poder ilusionarse con un futuro ascenso a la B Nacional.

Y si bien es cierto que la actual conducción viene arrastrando dos problemas desde que asumieron y nunca lograron corregirlo como son la escasa, o casi nula, comunicación fehaciente, ágil y cercana al asociado que permita conocer sin trascendidos las cosas que suceden, y la falta de velocidad en la toma de muchas decisiones lo cual conlleva un desgaste y erosión de la paciencia, también creemos que nunca como en esta oportunidad, todo lo que trasciende mas allá de Cipolletti, es mucho mas importante y serio, que sólo la ansiedad de los Albinegros le impide cuantificarlo, todos abstraídos por el "arbol negro y blanco" sin reparar en el bosque que se presenta detrás de nuestro club.

Respecto tema "incorporaciones" donde, como siempre, se exigen a las "figuras" del medio, muchas veces sin importar sus pretensiones económicas. Si bien, los años de frustraciones deportivas empujan a cometer "excesos" y mas en un club como Cipolletti, trascendieron algunas pretensiones de posibles incorporaciones que sonaron, no desmedidas, sino rayanas con la locura.

Es atendible el planteo de aquellos que prefieren obviar estos gastos, confiando en la linealidad (nunca demostrada) que si se gasta mas, se obtendran mejores resultados. Esto no sólo no esta demostrado sino que además, hay que considerar que en el desorden generalizado en que se ha convertido el fútbol argentino, no se sabe qué tipo de torneo, ni la modalidad, ni su duración, se disputará (¿se disputará?) en los próximos meses con una AFA intervenida por la FIFA o por el Poder Judicial, en plena batalla por el poder entre los dirigentes y el gobierno nacional.
 

Entonces, cómo se hace para planificar un plantel, ajustar un presupuesto, agrupar una cierta cantidad de jugadores para cubrir todos los puestos y variantes posibles.

Exigir, podemos exigir todos, reprocharles a aquellos que continúan siendo directivos, esta dentro del famoso "folklore del futbol" (aunque generalmente las criticas son desmedidas y muchas veces sin el mínimo respeto hacia la persona y realizadas por aquellos que nunca decidieron comprometerse, me incluyo).

Pero de ahí, a embarcarse en locuras, sólo "por si acaso" se normalizan las cosas, es algo que debería evitarse si se pretende mantener una institución razonablemente saneada.

Y posicionarse, decididamente, del lado donde sean los dirigentes los responsables de manejar los destinos del fútbol, evitando caer en las tentaciones (absolutamente vacías de real sustento) de "Super Ligas" o "lluvias de dinero por derechos de imagen".

Alguna vez, se deberá blanquear que este disfraz, es el que adoptan aquellos que persiguen convertir a los clubes (sociedades civiles sin fines de lucro) en Sociedades Anónimas, con nula aspiración deportiva, siendo sólo un canal de generación de ganancias económicas.

Los socios de Cipolletti, también debemos estar alertas y observar con detenimiento quiénes pretenden acostumbrarnos al modelo empresarial sea a través de conformación de "grupos de trabajo", conferencias en hoteles, discursos propios de marketing pero nunca de clubes, o acompañamiento con personajes ajenos a nuestra camiseta, aunque relacionados con clubes poderosos, los cuales están buscando una punta de lanza (como lo podría ser Cipolletti) para empezar a insertar el modelo de Sociedad Anónima de Fútbol.

Insisto: Que el árbol no nos tape el bosque. Si no puede venir algún jugador de Independiente de Neuquén que pretenda ganar tres veces más sólo por pasar a Cipolletti, tengamos la paciencia necesaria para descartarlo y buscar un sustituto que sea posible de pagar sin resentir en calidad.

Veamos lo que hay alrededor, con respecto al fútbol argentino en general y con los intereses que algunos sectores políticos quieren acercar a Cipolletti.

Siempre es mas tentador creer que, sea a través de incomprobables contactos municipales, o empresarios ostentosos amigos, se podrán obtener beneficios económicos. Como si a los mismos, después de alguna manera, no hubiera que devolverlos... Nadie regala nada y menos en Cipolletti.

Ojalá todos se den cuenta a tiempo, y permitan, con tolerancia, trabajar con tranquilidad a aquellos que no recurran a estas soluciones mágicas.