Cruel realidad

• La columna de Juan Pablo Quintana en Cipo Pasión.

Un equipo de Federal B. Eso es lo que es Cipolletti actualmente. Un equipo que hace un mes que no puede ganar un partido ante los peores de la categoría, por lo menos, de esta parte del país. Yo he visto un equipo sin alma. El Albinegro ha hecho todo mal y cuando hacés todo mal el resultado es pelear el descenso.

Se hizo todo mal desde los jugadores: a muchos de ellos les quedó grande la camiseta y lo peor es que no les importa; por estas horas de angustia están más preocupados por ver cómo pueden promocionarse para continuar con su carrera que por salvar al club del descenso. Sí, yo sé que generalizar está mal y hay varios (bueno, algunos) que no estarían en este análisis. Pero fueron los propios jugadores lo que llevaron a Cipo a esta angustiante situación.

Se hizo todo mal desde los cuerpos técnicos: se habla mucho de proyecto y eso queda de la boca para afuera. Hay muy poca autocrítica y el equipo nunca encontró un estilo de juego. El enamoramiento de los play off lo tapó todo. Botella intentó darle una forma de juego pero casi nunca quedó plasmada en la cancha.

Se hizo todo mal desde los dirigentes: buscando el enemigo en otro lado no supieron escuchar. Mucho menos se les ocurrió pedir consejos de gente con más experimentada. Los que opinaban distinto eran poco menos que detractores. Los equipos funcionan al ritmo dirigencial. No existe dirigencia mediocre con equipos extraordinarios.

Cipolletti está haciendo una de las peores campañas de los últimos años (y de su historia). Hizo una campaña de Federal B, en 13 días tendremos claro si fue sólo una muy mala campaña o si esta pesadilla es una cruel realidad.

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