Balada para un Loco

• La columna de Juan Pablo Quintana.

Yo sé que alguien que no sea futbolero, que no entienda de esta pasión, de esta locura pensará precisamente que estoy loco. Empezaré dándole la razón. Es así de claro: estamos locos. De otra forma no se puede explicar tanto sentimiento, tanto cariño, tanto agradecimiento.

Para la Real Academia Española la definición de “Gol” es: En el fútbol y otros deportes, entrada del balón en portería. Esta definición tan técnica explica, entre otras cosas, el porqué España ganó sólo una Copa del Mundo.

Para nosotros “Gol” es muchísimo más que eso, es el desahogo de una semana y a veces de varias semanas, es la alegría de abrazarte con amigos e ilustres desconocidos sin diferenciar unos de otros, es orgásmico… es una locura que se prolonga por varios segundos y muchas veces nos llena de felicidad. Entonces, no es casualidad que la palabra Gol esté relacionado con la palabra Locura.

Cuando Oscar “el Loco” Padua llegó a Cipolletti medio que nos miramos de reojo. Padua había demostrados en varios equipos de la región que era un goleador de raza pero todos sabemos que Cipolletti es distinto… y la verdad es que teníamos nuestras dudas. Hasta el 4 de septiembre de 2005 cuando debutó frente a Huracán de Comodoro Rivadavia en victoria por 4 a 0 Padua ya había gritado goles con la camiseta de Deportivo Roca Fernández Oro, Maronese y Centenario.

Una de las primeras veces que lo entrevisté me encaró como lo hacía ante un central: “Yo lo respeto a Germán (por Alecha) pero yo quiero ser titular”. Y esa titularidad se la empezó a ganar a fuerza de goles: el 25 de agosto, es decir tres semanas después de su debut, convirtió su primer gol frente a Desamparados de San Juan. En las dos siguientes fechas le convirtió a Independiente Rivadavia en Mendoza y a Racing de Olavarría en la Visera.

Recordarán los hinchas de Cipo que la campaña fue muy mala a tal punto que se terminó perdiendo la categoría frente a General Paz Juniors por penales donde al Loco le tocó fallar uno. Cualquiera se hubiese deprimido pero eso no estaba en los planes de Padua.

Arrancó el Argentino “B”, creo que como muchos de nosotros, con mucha vergüenza pero sabiendo que se podía salir de eso y Oscar tenía más claro que nadie que de esa categoría se salía con goles. Arrancó con un doblete frente a los primos Naranjas y luego convirtió en los siguientes seis partidos. Lo demás es archiconocido. Su noche soñada ante Sporting de Punta Alta y los goles frente a Racing de Olavarría para gritar campeón y luego las notables campañas peleándole mano a mano a presupuestos gigantes.

Su último partido en Cipo fue ante Patronato acá, en la victoria por 3 a 1. Jugó 118 partidos oficiales e hizo 64 goles pero fundamentalmente, créanme, nos hizo muy feliz. Hoy el Loco Padua cumple años, ya ni siquiera importa cuántos, los hinchas de Cipo le agradecemos por cada momento vivido, por cada ilusión que fue creciendo partido a partido, por cada gol que está claro que es mucho más que aquello dicho por los españoles que tendrán al Mio Cid, a Miguel de Cervantes, a Lope de Vega, a Pedro Calderón de la Barca pero ni de casualidad tendrán a un goleador como el Loco Padua…

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tras leerle este homenaje en #CipoPasión