De primera por 90 minutos

Hicimos 1200 km. y cada uno de ellos valió
la pena.

• Cris Espz en "Yo no me fuí, no abandoné, 100% Albinegro".

Vimos a Cipo, a nuestro amado albinegro, plantarle cara a uno de los equipos mas grandes del país, a un equipo que esta en cuartos de final de la Copa Libertadores. Tuvieron mas la pelota, sí, pero en pocos momentos del partido fueron netamente superiores, nunca pudieron pasar por arriba al equipo.

Nos empataron, sí, ellos nos empataron a nosotros y después, bueno... los penales son una lotería, aunque exista gente que critica a tal o cual jugador por patearlos de determinada manera. La realidad es que cuando tiene que ser, es y cuando no te quedas con las manos vacías. Nos paso contra Gimnasia y contra San Lorenzo así como nos toco festejar contra Antoniana y contra Gimnasia y Tiro de Salta.

Los presentes no eramos la mitad de los que eran los hinchas del cuervo, pero nos hicimos escuchar, mierda que nos hicimos escuchar. Dejamos de lado, por un rato, las rivalidades sin sentido que predominan en las canchas de fútbol y todos y cada uno aplaudió con entusiasmo cuando las hinchadas (que habían sufrido algún percance camino a Lanús) llegaron a la cancha con el partido ya comenzado.

Fuimos un solo grito, un solo sentimiento, una sola esperanza de que, por una vez, se nos diera a nosotros. Fuimos de primera, por 90 minutos y una tanda de penales pertenecimos a la élite del Fútbol Argentino y los jugadores que hoy representan al Club, los que visten hoy los colores que tanto amamos, estuvieron a la altura. Pusieron huevo sin ser mala leche, transpiraron la camiseta como nunca, lloraron cuando el último penal sentenció la historia, y solamente puedo decirles gracias. Gracias por hacerme llorar cuando se pusieron arriba. Me abracé con gente que todavía no se quien es y, mirando a mi alrededor, veía gente llorando en todos lados, y sobre todo gracias porque, cuando terminó el partido, lejos de sentir tristeza, sentimos orgullo.

No es, como leí por ahí, ser tibios, o conformarnos con la "derrota digna", es que cuando todos los demás estaban convencidos de que nos comíamos cinco, ellos materializaron eso en lo que confiábamos, que iban a demostrar por qué somos el Capataz de la Patagonia.

#YoEstuveEnLanús, no me lo contó nadie. Quiero darles las gracias a todos los que estuvieron también presentes, muchos más de los que yo creí que viajaban. Y también a quienes, por sus responsabilidades, hicieron el aguante a la distancia sin mala leche.

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