Guiño del destino

• La columna de Juan Pablo Quintana en #CipoPasión.

¿Qué hacés si un día juegan San Lorenzo y Cipolletti? Me preguntaron hace muchos años… yo sabía que la preguntaba estaba cargada de utopía por lo que la respuesta carecía de valor. Quiero decir, que más allá de lo que yo contestara, era “imposible” que jugaran, en serio, por los puntos.

Yo no sé qué me va a pasar el martes cuando Cipo y San Lorenzo estén en la cancha… tengo claro que será una jornada especial y pienso disfrutarla como tal.

Desde que dije que quería que gane San Lorenzo automáticamente aparecieron los acusadores de turno. Lo primero que me dijeron fue “doble camiseta”, lo gracioso es que a muchos de los que me acusaban de eso y se autodefinen como hinchas genuinos de Cipolletti los vi triste cuando se fueron a la B (y no precisamente al Argentino B) o cuando el ignoto Independiente del Valle los dejó afuera en su propia cancha.

“No se puede ser hinchas de dos equipos” arguyen con el dedito levantado. Sin embargo los veo vestidos de celeste y blanco cada cuatro años ¿o no les interesa que la selección gane? Probablemente utilicen ese mismo dedito acusador para criticar a Messi y compañía.

Cuando Cipolletti perdió 3 a 1 ante Instituto en Córdoba el 24 de marzo de 1985 nadie imaginó que pasarían 32 años para que el glorioso albinegro vuelva a jugar por los puntos en Primera División. Eran otros tiempos donde jugar en primera era más sencillo.

¿Es el partido más importante de la historia? Ni ahí. Cipo fue tan grande que este partido es uno más, de los relevantes, pero no el más importante.

El Albinegro jugó contra el Boca del Toto Lorenzo que era campeón del mundo en 1978. Tres años antes enfrentó a River que venía de ser campeón después de 18 años.

En el 80 se jugó ante el Millonario que también era campeón defensor

Estamos en presencia de un partido histórico, de esos que se contarán de generación a generación. Cada uno lo vivirá como pueda. Yo lo disfrutaré como un guiño del destino que juntó a San Lorenzo y Cipolletti para que yo lo pueda disfrutar y más allá de lo que digan… eso es lo que voy a hacer: lo voy a disfrutar.