La década perdida

En los últimos diez años, Cipolletti compitió más cerca del descenso que del ascenso, todo lo contrario a lo que sucedió en la primera década del siglo XXI. Precisamente en 2010 el albinegro jugó la semifinal por el ascenso directo contra Patronato, cayó por penales, y la idea de limpieza y renovación terminó con una era hermosa de ganar en todas partes y ser protagonistas del torneo.

Sin ser delantero, Oscar Negri fue el máximo goleador albinegro de la década, con 25 conquistas. Foto: Ariel Arias.

Tras la eliminación de Paraná llegó Marcelo Yorno como entrenador y a mitad de torneo fue despedido por malos resultados. Lo reemplazó Lorenzo Frutos con la difícil tarea de salvar la categoría. Lo logró mandando al descenso a Villa Mitre en la última fecha en La Visera, para lograr el objetivo fueron claves los retornos de Bruno Weisser y Henry Sáez en la etapa final del torneo.

Siempre con presupuestos muy acotados, Frutos se ganó la chance de armar su equipo y no le fue bien. En diciembre fue reemplazado por Rogger Morales, quien además tuvo que rearmar la tropa porque algunos refuerzos abandonaron la institución por faltas en los pagos, y otros aceptaron seguir con un sueldo más bajo. Así y todo Rogger logró mantener a Cipolletti en el Torneo Argentino A, y también se ganó el derecho a armar su equipo.

Sin mejoras desde el apoyo económico, Morales tampoco da en la tecla para alejar al fantasma del descenso de Cipolletti. Es despedido aún en zona de clasificación, pero con la obligación de ganar de visitante en la última fecha, algo que no había conseguido en toda la temporada. Dirigieron Frutos y Homann ese partido en San Luis y Cipo efectivamente perdió. Para la reválida fue contratado Domingo Perilli, viejo piloto de tormentas. Empezó con un panorama negro, goleada en contra de local. Justo en las últimas tres fechas “Mingo” enderezó el timón, empató en Madryn, goleó a Alvarado en La Visera, ganó en San Juan, y se salvó.

Le renovaron el contrato a Perilli, y pese a reforzarse con jugadores de renombre como Lamolla, Berra y Urbano, el equipo no pudo clasificar a jugar por el ascenso. Fue a la reválida pero esta vez sin riesgos de descender. Una llave antes de cuartos de final Cipo fue eliminado en Rosario contra el ahora desaparecido Tiro Federal.

En 2014 llegó la posibilidad más clara para ascender. Un tren de ascensos masivos que aseguraba una plaza en el Nacional B para la Patagonia, pero Cipolletti lo dejó pasar y se subió Brown de Puerto Madryn. En una campaña de cuatro meses, Cipo arrancó contra equipos recién invitados y no le fue nada bien. Triunfo sobre la hora ante Independiente de Neuquén, derrota en La Pampa ante Gral. Belgrano, y derrota en La Visera ante Roca, que pone fin al ciclo de Domingo Perilli como entrenador. Contrataron al multicampeón Arnaldo “Cacho” Sialle, que no pudo mejorar el rendimiento consumando la pérdida de una posibilidad única para lograr el ascenso.

Esa trunca campaña de 2014 significó un descenso encubierto para Cipolletti. El Torneo Federal A se quedó sin clubes importantes que pasaron a la categoría superior, y recibió muchas invitaciones de clubes que no pudieron ganar el Argentino B. En 2015 fue contratado Ricardo Pancaldo, de muy buenas campañas en Roca en la mencionada categoría. En la fase regular fue paradójicamente muy irregular el equipo albinegro, sin poder entrar entre los tres primeros que clasificaban a la fase campeonato. Cipo llegó a la última fecha cuarto teniendo que visitar al líder Independiente de Neuquén que estaba invicto en su cancha. En una muy recordada final, ganó el albinegro 3 a 1 y no sólo clasificó primero, también eliminó al rojo al relegarlo a la cuarta posición.

Ávido de alegrías, el pueblo albinegro hizo una caravana desde el puente hasta La Visera para recibir al plantel que quebró la punta y la clasificación del rojo neuquino, hasta ahí invicto en su cancha.

En la fase campeonato le fue muy mal a Cipo, perdió de local ante clubes muy lejanos como Chaco For Ever y Sol de América de Formosa, terminó 12do. muy lejos del objetivo de ir por el primer ascenso. En las llaves reválidas eliminó a San Martín de Tucumán en La Visera, y fue eliminado por Unión Aconquija en cuartos de final.

El entrenador santafesino emigró a Brown de Madryn, y la dirigencia decidió darle la dirección técnica al histórico Henry Homann. En 2016 dirigió la temporada de transición, sin lograr clasificar por el ascenso. Al final del año Cipo consiguió agónicamente clasificar a la fase campeonato y a la Copa Argentina. Otra vez no le fue bien en la pelea por el ascenso y debió resignarse nuevamente a la reválida por el segundo ascenso. Ahí se vio el mejor Cipolletti, fue sólo un mes pero tal vez de lo más destacable de estos años, y en la semifinal pese a una formidable actuación del arquero Alasia en la definición por penales en Mendoza, Cipo fue eliminado por Gimnasia.

Alasia voló a la galería de grandes arqueros de Cipolletti. Su majestuosidad en los penales le dio esperanza los hinchas.

La remontada en el tramo final definió la continuidad de Homann, pero duraría hasta fin de 2017 cuando no logra clasificar por el ascenso y debe jugar la reválida para mantener la categoría. Fue contratado Duilio Botella. Arrancó muy bien, clasificando a la fase final de la Copa Argentina, pero en la reválida Cipolletti se hundió al fondo de las posiciones pese a tener un buen colchón de puntos, y quedó al borde del descenso. Botella renunció abruptamente tras una derrota contra Independiente en La Visera, y dirigió Alecha los últimos dos partidos: derrota en Madryn, triunfo en La Visera ante Rivadavia y salvación.

Igual el fantasma del descenso no se movió del club en la temporada siguiente. Fue contratado Víctor Zwenger y cosechó la peor racha de la década, al sumar sólo el 16% de los puntos, una marca lapidaria para una temporada de ocho descensos. Tras una primera rueda paupérrima, el DT renunció en Viedma y dejó un fierro caliente al que se negaron Perilli y Landeiro, y lo tomó Gustavo Coronel. El equipo dejó de perder y le faltó muy poco para conseguir una clasificación impensada. En la reválida no hubo milagro de clasificación, pero se salvó del descenso con una fecha de anticipación.

Tras evitar los descensos masivos que se comieron a nada menos que a Gimnasia y Tiro de Salta, Juventud Antoniana y Racing de Córdoba, y a los vecinos de Roca y Neuquén, fue ratificado Gustavo Coronel en el cargo. Se dio el Federal A más parejo de la década que encuentra al Capataz buscando uno de los seis puestos de privilegio.

Aquel 2009 terminó con Cipolletti adjudicándose el Torneo Apertura del Argentino A, nada menos que en la cancha de Central Córdoba de Santiago del Estero. El viaje de vuelta al valle fue una fiesta que presagiaba un ascenso, resumiendo una década provechosa. Este 2019 termina con Cipo peleando por entrar en la zona de clasificación de la zona sur del Argentino A. Bien, para demasiados años corriendo en la cornisa con serio peligro de caer al abismo.

El goleador

¡Gritalo Flaco! Que nadie gritó tantos en esta década. Foto: Ariel Arias.

Curiosamente el goleador de la década no fue un delantero, sino el volante por derecha mendocino Oscar Negri, que metió 25 goles. Uno de los pocos refuerzos foráneos que rindió en una década plagada de malas incorporaciones. Lo siguieron los delanteros Henry Saéz, Germán Weiner, Germán Alecha y Bruno Weisser con 20 goles cada uno. Además Alecha y Weisser están en el top five de goleadores históricos de Cipolletti en torneos de AFA, al sumarles los goles de la primera década.

Alecha hizo cinco goles en las últimas tres fechas del Argentino A 2011/2012, fue clave para que Cipo se salve del descenso. Con 20 goles es escolta de Oscar Negri, junto con Weiner, Sáez y Weisser.

La Copa Argentina

En el año 2011 se reglamentó la nueva competencia federal. Le fue esquiva a Cipolletti los primeros años, cuando cayó contra Roca en Allen y al año siguiente contra Boca de Río Gallegos en La Visera. Ambos clubes de categoría inferior. En la temporada 2013/2014 se dio la mejor actuación albinegra pasando cuatro llaves: Maipú en Mendoza, Boca de Río Gallegos y C.A.I. de Comodoro Rivadavia en La Visera, y Villa San Carlos en Ezeiza, este último de Nacional B.

Gol del recordado Santiago Vergara para Cipolletti. Y en los penales "Cufita" Ávila fue más que el "Gato" Sessa. Por primera vez un equipo de la Patagonia eliminó a uno de categoría superior en la Copa Argentina.

Finalmente Cipolletti fue eliminado sobre la hora en el Bicentenario de San Juan ante San Martín de esa ciudad, también del Nacional B. En esa copa, el cuadro final fue sólo de 32 equipos, por eso no llegó el albinegro pese a un gran derrotero.

En 2014, el albinegro debió recibir en La Visera a Deportivo Roca, pero el club naranja decidió no presentarse a jugar, y la AFA le dio automáticamente la clasificación a Cipolletti. En la segunda fase cayó por penales ante Independiente de Neuquén en La Visera.

A partir de 2016 fue más sencilla la posibilidad de llegar a la Fase Final, al jugarla con 64 equipos. Cipo disputó sólo una llave regional para clasificar pero perdió contra Sansinena, de categoría inferior.

En 2017, el capataz eliminó por penales a Deportivo Madryn. Ahí sí entró por primera vez al cuadro con los equipos de primera división, y televisado por TyC Sports. Le tocó nada menos que San Lorenzo de Almagro, y en un dignísimo partido perdió en la definición por penales.

Cipo cayó a lo grande en Lanús contra San Lorenzo.

La temporada siguiente fueron dos las fases regionales, y Cipo se dio el gusto de eliminar a sus clásicos zonales: Independiente de Neuquén con goleada a domicilio incluída, y Deportivo Roca por penales en el Luis Maiolino. El rival en el cuadro final fue Arsenal de Sarandí en Cutral Co, de primera división.

"San Alasia" lo hizo en Roca.

Bajo la dirección técnica de Alecha y con muchos jugadores del club, Cipo lo eliminó por penales con una brillante actuación de Alasia. En la llave siguiente le tocó Almagro del Nacional B, y fue triunfo para los porteños por 2 a 0, Cipo ya con Zwenger como entrenador y un equipo totalmente nuevo.

La garra de los pibes y la excelencia de Alasia cortaron dos categorías de diferencia. Hermosa fiesta albinegra en Cutral Co.

En 2018, ya con Coronel como director técnico, Cipo duró sólo una semana en la copa, perdió contra Deportivo Roca en el Maiolino y en La Visera.

Las goleadas
Cipo goleó dos veces 5 a 0 en la década, fueron sus mayores goleadas, una en La Visera y otra en Neuquén.

Torneo Argentino A 2013/2014: CIPOLLETTI 5-0 MAIPÚ.
Goles de Alegría, Urbano, Weisser (2) y Chironi.

Copa Argentina 2018: INDEPENDIENTE Neuquén 0-5 CIPOLLETTI.
Goles de Piñero Da Silva (3), Sosa y Carrera.

La Visera sintética

En 2011 con una decisión política inconsulta a profesionales de fútbol, la dirigencia decidió la colocación de césped artificial en La Visera. El césped sintético fue inaugurado en diciembre de 2011 con un triunfo 3 a 0 sobre Rivadavia de Lincoln, que tuvo en sus filas a “Piru” Fornillo. Aprovecharon para agrandar las dimensiones del campo de juego y hacerlo reglamentario para torneos de AFA. Pasaron los planteles y todos los jugadores expresaron fuertes críticas a la rigidez del suelo.

Una cosa no quita a la otra, y al respecto se pronunció de manera contundente Domingo Perilli a principio de año en Cipo Pasión: “Sería mejor césped natural. Pero el problema de Cipolletti no es el césped sintético, el problema son los que pisan el césped sintético”. El presidente Rappazzo Cesio prometió volver al césped natural en este 2019, pero la promesa fue en vano. Y cada vez está más cerca el 2022, año en que dejaría de ser útil el suelo, según los diez años de vida vaticinados de entrada por los impulsores de su colocación.

Semillero para arriba
En esta década no triunfaron en Cipolletti jugadores surgidos del club al nivel de la década pasada, el mercado del fútbol cambió y el albinegro vendió a tres jugadores que hizo debutar en el Federal A: Valentín Perales a San Lorenzo, Daniel Opazo a Newell's y Gustavo Del Prete a Torque de Uruguay.

Valentín Perales hizo todas las formativas en Cipolletti y debutó a sus 17 años de la mano de Rogger Morales, algunos minutos en el tramo final de su primera campaña. A la siguiente el DT le confió la "6" y el pibe respondió. Sólo una temporada y lo compró San Lorenzo por 150 mil dólares. En el Ciclón jugó sólo en reserva, quedó libre y fue a Morón, donde consiguió el ascenso al Nacional B. El Federal A 2015 lo jugó en Cipo a préstamo. Foto: Leonardo Sánchez.

Daniel "Monito" Opazo llegó a la quinta división de Cipolletti, procedente de Maronese de Neuquén. Su contundencia estremeció y no tardó en trepar a la primera local. Debutó con Homann en el Federal A en 2016, pero lo consideraron titular recién un año después. Explotó en el 2017 y fue transferido a Newell's por 75 mil dólares. Jugó 9 partidos entre Superliga y Copa Sudamericana, y tras un préstamo sin jugar en San Martín de San Juan, volvió a Cipo en esa misma condición. Foto: Eugenia Carrasco.

Gustavo "Tuti" Del Prete hizo todas las divisiones formativas en Cipolletti, y pertenece al querido grupo de jugadores fanáticos del club. Hizo pretemporadas profesionales desde muy chico y lo hizo debutar Perilli en 2014. Tras cinco temporadas, hace un año fue transferido a Torque de Uruguay por 50 mil dólares. Allí fue goleador y figura, y ascendió a primera división. Foto: Eugenia Carrasco.

En todos los casos, las distintas dirigencias optaron por invertir el dinero de la transferencia en distintas obras, para no perder el capital conseguido, generalmente apuntando a las divisiones formativas de fútbol. El dinero de venta publicado es el total, al club le llega menos por los impuestos y el porcentaje que le corresponde al jugador. En el caso del "Tuti", decidió donar parte de su ganancia personal también a las formativas del club.

Otros orgullos albinegros en el fútbol grande fueron Gabriel Chironi y Ezequiel Centurión.

El volante neuquino Chironi llegó a la primera local desde Atlético Neuquén, y tras cumplir su primer contrato, se lo llevó libre Crucero del Norte de Misiones, allí ascendió y Gaby jugó en primera división.

El arquero cipoleño Centurión, hijo del recordado Rafael, nunca tuvo contrato y tras jugar a préstamo en la primera división de Fernández Oro, no tuvo lugar en las categorías más altas de Cipo. Pidió el pase, se probó en River y quedó. Allí no debutó en primera pero Gallardo lo puso en todas las listas de su exitosa cosecha copera, y es asiduamente convocado a la selección Argentina Sub 23, donde sí fue titular.